Siempre has querido mejorar tu forma física, pero cada vez que te has apuntado a un gimnasio, el día a día ha acabado pesando demasiado, hasta que has abandonado.

Lo sé, no eres la única.

La mayor parte de las personas que entreno hoy, han pasado por ese momento; porque oyen una vocecilla interior que les empuja a mejorar, a querer verse y sentirse mejor tanto física como mentalmente.

 La lógica les lleva hacia el entrenamiento, pero la realidad de sus jornadas laborales o familiares, acaban convirtiendo su decisión en un auténtico sacrificio. Primero aparecen las excusas, el abandono después, y seguramente, un cierto regusto a decepción.

Y… es que no se trata de exigirte más. Sino de tener las claves del método para entrenar con éxito.

El deporte es una herramienta muy potente, pero sólo si te conduce al bienestar, que es lo que te permitirá, no sólo desarrollar todo tu potencial, sino alcanzar y mantener tu centro. Y ahí es donde te voy a dar una buena noticia: todo el mundo puede hacerlo, la receta existe y las pautas para encauzarte también.

Empecemos por las más básicas, ¿vienes conmigo? ¡Vamos!

UN IMPRESCINDIBLE EN TU MÉTODO PARA ENTRENAR: CONCENTRACIÓN

Hacer ejercicio es una forma de cuidarte, es una relación con uno mismo, por ello es fundamental la concentración: céntrate en cada movimiento y en las sensaciones que te rodean.

Mírate. Escúchate.

Todos sabemos que el ejercicio es saludable, pero si no llegaste a adquirir el hábito, probablemente se deba a un enfoque dirigido exclusivamente a los resultados. Resultados que, necesariamente requieren tiempo; no son inmediatos; y te llevarán a verte cara a cara con el desaliento.

El truco es encontrar un placer, o beneficio, inmediato: nosotros mismos.

Nuestro cuerpo es feliz moviéndose, y te mostrará de lo que es capaz. Escúchalo.

Une mente y cuerpo, y llegarás al máximo potencial. Haz del deporte un aliado que equilibre y canalice toda la dispersión que pueda generar la vida; que te mantenga en tu centro a pesar del ajetreo existente.

LO QUE NECESITAS REALMENTE PARA ENTRENAR

No se precisa una gran infraestructura para entrenar: ropa cómoda, una botella de agua a mano para hidratarse, una toalla y una esterilla.

Tampoco se precisan más de 30-40 minutos al día.

El mejor entrenamiento es el que hace trabajar tu cuerpo como un conjunto, por lo que recomiendo secuencias de movimiento con el propio peso y trabajar todas las capacidades: resistencia, fuerza, movilidad, coordinación, flexibilidad y agilidad.

En una frase: busca tu máximo potencial a través del movimiento

LO QUE DEBE APORTARTE TU MÉTODO PARA ENTRENAR

El entrenamiento debe aportar bienestar físico y emocional, sacando todo tu potencial. Es la búsqueda del equilibrio entre un cuerpo ágil y una mente más libre.

Este es el verdadero secreto para no volver a abandonar tu determinación de entrenar.

En esta búsqueda necesitamos cierta constancia, ya que la repetición nos lleva a tener confianza en lo que hacemos y, por ente, en nosotros mismos. Cuando te hablo de repetición, no me refiero a una rutina que repites una y otra vez, sino a establecer modestas metas, que puedas alcanzar fácilmente y te conduzcan a la satisfacción personal.

Superar lo que creías un punto débil, te motivará y te llevará a consolidar el entrenamiento como un hábito más en tu vida.

Además, estableciendo pequeños objetivos, necesariamente tu plan de entrenamiento tendrá que ir variando, sea en intensidad o en el tipo de movimiento, adaptándose a tus logros.

Esto tendrá un doble impacto: romper tus marcas resultará motivador; y ser capaz de hacerlo, te subirá la energía y tu autoestima.

MÉTODOS PARA ENTRENAR PERSONALIZADOS

Es importante conocer las técnicas de los movimientos para no lesionarte, por eso el apoyo de un profesional es muy positivo. Hoy en día se pueden aprovechar todas las ventajas de las nuevas tecnologías, teniendo entrenamientos en la distancia, es decir: online.

Esto permite entrenar en cualquier lugar y momento, sólo necesitas un dispositivo móvil para entrenar donde te resulte más cómodo, además: suele ser más económico.

El plan de entrenamiento ha de ir evolucionando acorde con las condiciones, necesidades y circunstancias de cada uno, y debe posibilitar que lo puedas practicar en cualquier lugar (casa, parque, playa, gimnasio, etc.) Recuerda, somos un todo: tanto cuerpo y como mente.

Conclusión

El deporte siempre fue una herramienta muy potente de crecimiento personal, que me ha ayudado a mantener mi equilibrio. Por ello puedo afirmar que el mejor entrenamiento es el que te conduce al bienestar físico y emocional, es decir, el que nos percibe con un conjunto, un todo.

Todos sabemos que es muy saludable hacer ejercicio, pero a mi modo de ver el enfoque de los métodos tradicionales (hacia el resultado) lo ha acabado reduciendo a una minoría de personas con mucha fuerza de voluntad, que incluso también acababan engrosando las cifras de índice de abandono.

Algo estaba fallando, y yo soy una eterna inconformista.

Mi experiencia, y los conocimientos adquiridos, me han llevado a desarrollar un método que logra el equilibrio entre un cuerpo ágil y fuerte con una mente más libre, sacando el máximo potencial de las personas a través del movimiento.

La vida es movimiento. El movimiento es un continuo cambio. Fluye con la vida.